Aprende habilidades esenciales de suplementación con nuestra guía sobre los tres principales senolíticos naturales que pueden rejuvenecer las células y mejorar la salud. A medida que envejecemos, la senescencia celular—donde las células dejan de dividirse y se acumulan en nuestros cuerpos—puede llevar a diversas enfermedades relacionadas con la edad. Sin embargo, ciertos compuestos naturales han sido identificados como poderosos senolíticos capaces de eliminar selectivamente estas células envejecidas. Este artículo profundiza en la ciencia detrás de estas sustancias notables y cómo incorporarlas en las rutinas diarias para beneficios de salud que desafían la edad.
Introducción
El envejecimiento es un proceso biológico complejo caracterizado por un declive gradual en la función fisiológica y una mayor susceptibilidad a enfermedades. Aunque el envejecimiento ha sido visto durante mucho tiempo como un aspecto inevitable de la vida, los recientes avances en biogerontología han descubierto mecanismos celulares y moleculares que lo subyacen. La senescencia celular ha emergido como un contribuyente prominente a las patologías relacionadas con la edad entre estos mecanismos. Es un arresto de crecimiento irreversible desencadenado por varios estresores.(1)
Dado que el número de células senescentes aumenta con la edad, se ha supuesto que la senescencia contribuye al envejecimiento. La senescencia es necesaria para prevenir la distribución y proliferación de células dañadas, desencadenando una respuesta del sistema inmunológico. Este punto de control celular requiere un sistema eficiente de sustitución celular que involucra tanto la eliminación de células senescentes como la movilización de células progenitoras para restaurar el número óptimo de células.(2)
El daño en el ADN nuclear se informa a menudo como una causa subyacente común de la senescencia, principalmente en forma de rupturas de doble cadena de ADN (DSBs) que activan la vía de respuesta al daño del ADN (DDR). La activación prolongada de la DDR activa la senescencia. Uno o unos pocos telómeros de señalización de DDR (extremos de cromosomas) son suficientes para desencadenar la senescencia celular replicativa. La activación de oncogenes también es un fuerte desencadenante de la senescencia.(3)
Las células senescentes expresan alteraciones sustanciales en su secretoma, que está particularmente enriquecido en citoquinas proinflamatorias y metaloproteinasas de matriz. Por lo tanto, se le conoce como el fenotipo secretor asociado a la senescencia (SASP). Las células senescentes exhiben cambios fenotípicos distintos, como morfología aplanada, expresión génica alterada y la secreción de moléculas proinflamatorias. Mientras que la senescencia inicialmente sirve como un mecanismo supresor de tumores al detener la proliferación de células dañadas, la acumulación de células senescentes con el tiempo contribuye a la disfunción tisular y promueve enfermedades relacionadas con el envejecimiento. (4)
Imagen: Impulsores y fenotipos de la senescencia.
Fuente: Di Micco, R., Krizhanovsky, V., Baker, D., & d’Adda di Fagagna, F. (2021). La senescencia celular en el envejecimiento: de los mecanismos a las oportunidades terapéuticas. Nature Reviews Molecular Cell Biology 22 (2): 75–95.
Dado los efectos perjudiciales de las células senescentes sobre la homeostasis tisular y la duración de la salud, el objetivo de estas células ha surgido como una estrategia terapéutica prometedora. Los senolíticos son compuestos diseñados para inducir apoptosis en células senescentes mientras preservan selectivamente las células sanas. Tienen el potencial de aliviar la inflamación, mejorar la regeneración de tejidos y retrasar la aparición de patologías relacionadas con la edad.(5)
Compuestos Senolíticos
Numerosos compuestos naturales y sintéticos han sido identificados como potenciales senolíticos, siendo la quercetina (un compuesto natural) y el dasatinib (un fármaco sintético) los primeros candidatos en esta clase. Además de la quercetina y el dasatinib, varios otros compuestos, incluyendo fisetina, navitoclax y ABT-263, han mostrado propiedades senolíticas prometedoras en modelos preclínicos. Este artículo cubre los 3 principales senolíticos naturales potenciales y prometedores disponibles hoy en día.
Fisetina
La fisetina es un flavonol bioactivo (un polifenol) estudiado considerablemente por su potencial para promover la salud y la longevidad, principalmente al mitigar la senescencia celular. Se encuentra principalmente en fresas, manzanas, caquis, cebollas, uvas y en pequeñas cantidades en pepinos (ver imagen). La fisetina tiene una variedad de actividades biológicas atribuibles a su estructura molecular única (una estructura plana y varios anillos de carbono).(6-7)
La exploración inicial de las propiedades de la fisetina revela su potente capacidad antioxidante, que proviene de su capacidad para eliminar especies reactivas de oxígeno (ROS). Por lo tanto, juega un papel crucial en la defensa celular contra el estrés oxidativo.(8)
Imagen: Fuentes dietéticas de fisetina.
Fuente: Khan, N. & Syed, D. & Ahmad, N. & Mukhtar, H. (2013). Fisetina: un antioxidante dietético para la promoción de la salud. Antioxidantes y Señalización Redox 19 (2): 151–162.
La actividad senolítica de la fisetina constituye un enfoque principal en la investigación sobre la longevidad. La senescencia celular es un estado donde las células dejan de proliferar y se acumulan con el tiempo; está involucrada en diversas enfermedades relacionadas con la edad (ver antes en más detalle). Se ha encontrado que la fisetina induce apoptosis en estas células senescentes de manera selectiva. Se hipotetiza que esta eliminación selectiva alivia los fenotipos asociados a la senescencia, contribuyendo así a retrasar o prevenir patologías relacionadas con la edad. En comparación con otro posible compuesto senolítico, la fisetina es aproximadamente dos veces más potente que la quercetina (ver más adelante en el artículo).(9-10)
La actividad prooxidante de los flavonoides (como la fisetina) es una consideración importante al seleccionar senolíticos. Las células senescentes acumulan altos niveles de cobre y hierro. El mecanismo selectivo de la quercetina o la fisetina está asociado explícitamente con el daño oxidativo promovido por el cobre/hierro en las células senescentes, matando así a las células resistentes a la apoptosis.(11)
La fisetina también afecta vías de señalización celular cruciales que son integrales al proceso de envejecimiento. Modula la función de las sirtuinas (particularmente SIRT1), mTOR (inhibición) y JAK-STAT/NF-κB, que son cruciales en la regulación de la supervivencia celular, la apoptosis y la autofagia. Al modular estas vías, la fisetina puede teóricamente mejorar la función celular, reducir la inflamación y mantener la homeostasis tisular.(12-14)
La fisetina también ha demostrado tener propiedades neuroprotectoras. Mitiga el daño neuronal y mejora las funciones cognitivas, principalmente a través de su acción antioxidante y la modulación de las vías de señalización neuronal.(15-16)
A pesar de estos prometedores hallazgos preclínicos, es esencial reconocer que la mayor parte de la investigación sobre la fisetina se ha limitado a modelos in vitro y animales. Traducir estos resultados a aplicaciones clínicas humanas requiere ensayos clínicos rigurosos para determinar la eficacia, seguridad y dosificación óptima de la fisetina. Afortunadamente, algunos estudios clínicos ya están en camino, y deberíamos tener resultados en los próximos años.(17-18)
Quercetina
La quercetina es un antioxidante importante que se clasifica como un flavonol. Ocurre naturalmente en muchas verduras, frutas, bayas, hojas y granos. La quercetina se encuentra principalmente en alcaparras, rábanos, eneldo, cilantro, repollo, cebolla roja, brócoli y bayas como arándanos y lingonberries. La quercetina es uno de los flavonoles más significativos y comunes que ocurren en la naturaleza.
La investigación muestra que la quercetina actúa como un agente antiviral, antimicrobiano y antiinflamatorio.(19) Además, los estudios demostraron los efectos antihistamínicos de la quercetina, lo que significa que puede ayudar a tratar las alergias.(20-21) El impacto más significativo de la quercetina en el cuerpo humano es su capacidad para reducir la inflamación silenciosa.(22)
El potencial de la quercetina para promover la longevidad se puede atribuir a sus propiedades antioxidantes. Como antioxidante, la quercetina elimina los radicales libres, reduciendo el estrés oxidativo en el cuerpo. La investigación ha indicado que la quercetina puede activar las sirtuinas (particularmente SIRT-1), que regulan procesos celulares como la reparación del ADN, la expresión génica y el metabolismo. La activación de las sirtuinas está relacionada con un aumento de la longevidad en varios organismos.(23-24)
La quercetina también ha demostrado activar la vía Nrf2, y en los núcleos celulares, activa la transcripción de varios genes impulsados por elementos de respuesta antioxidante (ARE). Estos genes aumentan la expresión de enzimas cito-protectoras, como la glutatión S-transferasa, la NAD(P)H quinona deshidrogenasa 1 y la hemo oxigenasa-1.(25)
Por lo general, los suplementos de quercetina se toman a una dosis de 500 mg dos veces al día. Sin embargo, la dosis óptima de quercetina aún no se ha determinado. La ingesta dietética recomendada para la quercetina es típicamente de 5 a 40 mg diarios, pero también se puede consumir en cantidades significativamente mayores (> 500 mg).
En cuanto a la quercetina, nuestra recomendación es la forma liposomal de Purovitalis.
Apigenina
La apigenina (4′,5,7,-trihidroxi-flavona) es un compuesto flavonoide que se encuentra de forma natural en varias plantas, incluyendo perejil, apio y frutas cítricas. Es particularmente abundante en las flores de la planta de manzanilla. La apigenina tiene el potencial de ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, el Alzheimer, la depresión, el insomnio y el cáncer, con beneficios observados en investigaciones in vivo (estudios en animales y humanos).(26)
Uno de los aspectos más prometedores de la apigenina es su capacidad para promover la resiliencia celular. Se ha demostrado que la apigenina activa la vía Nrf2, que es crucial en la defensa del cuerpo contra el estrés oxidativo y la inflamación. Al aumentar la expresión de enzimas antioxidantes como la superóxido dismutasa, la catalasa y la glutatión peroxidasa, la apigenina ayuda a proteger las células del daño causado por especies reactivas de oxígeno (ROS).(27)
Además de sus propiedades antioxidantes, la apigenina ha demostrado efectos antiinflamatorios. Se ha encontrado que inhibe la producción de citoquinas proinflamatorias, como TNF-α, IL-1β e IL-6, al modular la vía de señalización NF-κB.(28) La apigenina también ha sido investigada por sus posibles propiedades anticancerígenas. Los estudios han demostrado que la apigenina puede inducir apoptosis (muerte celular programada) en varias líneas celulares de cáncer, incluyendo células de cáncer de mama, próstata y colon. La apigenina también promueve la autofagia, ayudando así a eliminar elementos celulares disfuncionales.(29-30)
La apigenina también ha sido estudiada por su capacidad para modular vías asociadas con el envejecimiento. Una de estas vías es la vía de señalización de insulina/IGF-1 (IIS), conocida por desempeñar un papel en la regulación de la longevidad en diversas especies. La apigenina ha demostrado inhibir la vía IIS, potencialmente imitando los efectos de la restricción calórica, una intervención bien establecida para promover la longevidad.(31-32) Además, la apigenina inhibe la NAD+asa CD38, que está asociada con el síndrome metabólico, aumentando los niveles intracelulares de NAD+ y disminuyendo la acetilación global de proteínas.(33) En cuanto a la senescencia, en particular, la apigenina ayuda a inhibir que las células senescentes restantes produzcan SASP (fenotipo secretor asociado a la senescencia; ver antes) para apoyar la salud celular y tisular.(34)
En cuanto a la dosificación, no hay una dosis recomendada universalmente para la suplementación de apigenina. Sin embargo, los estudios han utilizado dosis que varían de 25 a 100 mg/kg de peso corporal en modelos animales.(35) Los suplementos generalmente oscilan entre 50 y 500 mg por día. Sin embargo, la dosis más efectiva y segura aún no se ha establecido de manera concluyente. La apigenina se considera generalmente segura, pero las dosis altas pueden interactuar con ciertos medicamentos.
Conclusión
Al concluir el análisis del potencial de los senolíticos naturales, es evidente que compuestos como la fisetina, la quercetina y la apigenina exhiben capacidades senolíticas significativas que pueden impactar profundamente el proceso de envejecimiento. Estas sustancias apuntan y eliminan específicamente las células senescentes, abordando así un mecanismo fundamental del envejecimiento y las patologías relacionadas. Integrar estos compuestos bioactivos en la dieta—derivados de fuentes como fresas, cebollas y manzanilla—representa un enfoque estratégico para mejorar la función celular y mitigar la acumulación de daño celular a lo largo del tiempo.
Sin embargo, aunque los datos preclínicos son prometedores, traducir estos hallazgos en estrategias clínicas prácticas requiere más investigación empírica para validar la eficacia y la seguridad. Por lo tanto, la exploración continua de estos compuestos dentro de ensayos clínicos rigurosos sigue siendo crucial.
Referencias científicas:
- Sikora, E., Arendt, T., Bennett, M., & Narita, M. (2011). Impacto de la firma de senescencia celular en la investigación sobre el envejecimiento. Revisiones de investigación sobre el envejecimiento, 10(1), 146-152.
- He, S., & Sharpless, N. E. (2017). Senescencia en salud y enfermedad. Célula, 169(6), 1000-1011.
- Di Micco, R., Krizhanovsky, V., Baker, D., & d’Adda di Fagagna, F. (2021). La senescencia celular en el envejecimiento: de los mecanismos a las oportunidades terapéuticas. Revisiones de naturaleza de biología celular molecular 22 (2): 75–95.
- Kuilman, T. & Michaloglou, C. & Mooi, W. & Peeper, D. (2010). La esencia de la senescencia. Genes y Desarrollo 24 (22): 2463–2479.
- Kirkland, J. L., & Tchkonia, T. (2020). Fármacos senolíticos: del descubrimiento a la traducción. Revista de medicina interna, 288(5), 518-536.
- Sengupta, B. & Banerjee, A. & Sengupta, P. (2005). Interacciones del flavonoide vegetal fisetina con objetivos macromoleculares: perspectivas de estudios espectroscópicos de fluorescencia. Revista de Fotociencia y Fotobiología B: Biología 80 (2): 79–86.
- Bag, S. & Ghosal, S. & Karmakar, S. & Pramanik, G. & Bhowmik, S. (2023). Descubriendo el Comportamiento de Unión Contrastante de los Flavonoides Vegetales Fisetina y Morina con Grupos Hidroxilo Subsidiarios (− OH) con Estructuras de ADN i-Motif HRAS1 y HRAS2: Decodificando las Alteraciones Estructurales y las Influencias Posicionales. ACS Omega 8 (33): 30315–30329.
- Khan, N. & Syed, D. & Ahmad, N. & Mukhtar, H. (2013). Fisetina: un antioxidante dietético para la promoción de la salud. Antioxidantes y Señalización Redox 19 (2): 151–162.
- Yousefzadeh, M. et al. (2018). La fisetina es un senoterapéutico que extiende la salud y la longevidad. EBioMedicina 36: 18-28.
- Wyld, L. et al. (2020). Senescencia y cáncer: una revisión de las implicaciones clínicas de la senescencia y las senoterapias. Cánceres 12 (8): 2134.
- Wang, Y. & He, Y. & Rayman, M. & Zhang, J. (2021). Mecanismo selectivo prospectivo de agentes senolíticos emergentes derivados de flavonoides. Revista de Química Agrícola y Alimentaria 69 (42): 12418–12423.
- Wiciński, M. et al. (2023). Fitoquímicos Naturales como Activadores de SIRT—Enfoque en Posibles Mecanismos Bioquímicos. Nutrientes 15 (16): 3578.
- Afroze, N. et al. (2022). La fisetina disuade la proliferación celular, induce apoptosis, alivia el estrés oxidativo y la inflamación en células cancerosas humanas, HeLa. Revista Internacional de Ciencias Moleculares23 (3): 1707.
- Roy, T. et al. (2023). El doble objetivo de mTOR/IL-17A y la autofagia por fisetina alivia la inflamación cutánea similar a la psoriasis. Fronteras en Inmunología 13: 1075804.
- Samanta, S. et al. (2022). Los efectos neuroprotectores de la fisetina, un flavonoide natural en enfermedades neurodegenerativas: Enfoque en el papel del estrés oxidativo. Fronteras en Farmacología 13: 1015835.
- Singh, S. & Singh, A. & Garg, G. & Rizvi, S. I. (2018). La fisetina como mimético de la restricción calórica protege el cerebro de ratas contra el estrés oxidativo inducido por el envejecimiento, la apoptosis y la neurodegeneración. Ciencias de la Vida 193: 171–179.
- Verdoorn, B. et al. (2021). Fisetina para COVID-19 en instalaciones de enfermería especializada: ensayos senolíticos en la era COVID. Revista de la Sociedad Americana de Geriatría 69 (11): 3023–3033.
- Kirkland, J. (2024). Alivio por fisetina de la fragilidad, inflamación y medidas relacionadas en mujeres mayores (AFFIRM). ClinicalTrials.gov ID: NCT03430037.
- Chirumbolo, S. (2010). El papel de la quercetina, los flavonoides y las flavonas en la modulación de la función de las células inflamatorias. Inflamación y Objetivos de Medicamentos para Alergias 9 (4): 263–285.
- Chirumbolo, S. (2011). Quercetina como un potencial fármaco anti-alérgico: ¿qué perspectivas? Revista Iraní de Alergia, Asma e Inmunología 10 (2): 139–140.
- Sagit, M. et al. (2017). Efectividad de la quercetina en un modelo experimental de ratas con rinitis alérgica. Archivos Europeos de Otorrinolaringología 274 (8): 3087–3095.
- Li, Y. et al. (2016). Quercetina, Inflamación e Inmunidad. Nutrientes 8 (3): 167.
- Costa, L. & Garrick, J. & Roquè, P. & Pellacani, C. (2016). Mecanismos de Neuroprotección por Quercetina: Contrarrestando el Estrés Oxidativo y Más. Medicina Oxidativa y Longevidad Celular 2016: 2986796.
- Cui, Z. et al. (2022). Aplicación terapéutica de la quercetina en enfermedades relacionadas con el envejecimiento: SIRT1 como un mecanismo potencial. Fronteras en Inmunología 13: 943321.
- Suraweera, T. & Rupasinghe, H. & Dellaire, G. & Xu, Z. (2020). Regulación de la Vía Nrf2/ARE por Flavonoides Dietéticos: ¿Un Amigo o un Enemigo para el Manejo del Cáncer? Antioxidantes 9: 973.
- Salehi, B. et al. (2019). El potencial terapéutico de la apigenina. Revista Internacional de Ciencias Moleculares 20 (6): 1305.
- Paredes‐Gonzalez, X. et al. (2015). Inducción de la expresión génica mediada por NRF2 por flavonoides fitoquímicos dietéticos apigenina y luteolina. Biofarmacéuticos y Disposición de Medicamentos 36 (7): 440–451.
- Ginwala, R. & Bhavsar, R. & Chigbu, D. & Jain, P. & Khan, Z. (2019). Rol potencial de los flavonoides en el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas con un enfoque especial en la actividad antiinflamatoria de la apigenina. Antioxidantes 8 (2): 35.
- Shukla, S. & Gupta, S. (2010). Apigenina: una molécula prometedora para la prevención del cáncer. Investigación Farmacéutica 27: 962–978.
- Sung, B. & Chung, H. & Kim, N. (2016). Rol de la apigenina en la prevención del cáncer a través de la inducción de apoptosis y autofagia. Revista de Prevención del Cáncer 21 (4): 216–226.
- Pan, H. & Finkel, T. (2017). Proteínas clave y vías que regulan la longevidad. Revista de Química Biológica292 (16): 6452–6460.
- Shukla, S. & Gupta, S. (2009). La apigenina suprime la señalización del receptor del factor de crecimiento similar a la insulina I en el cáncer de próstata humano: un estudio in vitro e in vivo. Carcinogénesis Molecular 48 (3): 243–252.
- Escande, C. et al. (2013). La apigenina, un flavonoide, es un inhibidor de la NAD+asa CD38: implicaciones para el metabolismo celular de NAD+, la acetilación de proteínas y el tratamiento del síndrome metabólico. Diabetes 62 (4): 1084–1093.
- Lim, H. & Park, H. & Kim, H. (2015). Efectos de los flavonoides en la formación del fenotipo secretor asociado a la senescencia a partir de la senescencia inducida por bleomicina en fibroblastos BJ. Farmacología Bioquímica 96 (4): 337–348.
- Salehi, B. et al. (2019). El potencial terapéutico de la apigenina. Revista Internacional de Ciencias Moleculares 20 (6): 1305.